PREDICANDO
CON INTEGRIDAD
KENTON C. ANDERSON
CLINICA EN PREDICACION INTEGRADORA
EL MODELO INTEGRADOR
La integración describe la manera en que dos entidades distintas
funcionan juntas sin comprometer la integridad. La integridad tiene que ver con
lo que es completo. Entonces, lo que hace la predicación integradora es juntar
cosas como la cabeza y el corazon; el texto y el hoy, sin sacrificar para nada
la integridad de las partes.
¿CUAL ES LA HISTORIA ? LA INTEGRACION DEL
TEXTO Y EL CORAZON
La primera tarea del predicador es involucrar al oyente. Las
personas tienen capacidad de atención limitada. La mejor manera en que el
predicador puede ayudar al oyente a superar su escepticismo es haciendo la
pregunta: ¿Cuál es la historia? Tabajar con la humanidad que impregna el texto
les dara a los oyentes personas de carne y hueso con las que pueden
identificarse. Quiza se convenzan que la Biblia , después de todo, tiene relevancia para
ellos.
¿DE QUE SE TRATA? LA INTEGRACION DEL
TEXTO Y LA CABEZA
Las personas necesitan saber de que es lo que se trata
aquello. la identificación con la experiencia biblica es una buena manera de
comenzar, pero por lo general no es suficiente. La Biblia tiene una agenda y
los predicadores estan llamados a proclamarla . es mucho mejor que seamos
sinceros y expliquemos la verdad con claridad. ¿Cuál es la enseñanza de este
texto? Quiza sea o no sea complejo o profundo, pero es siempre importate y el oyente
necesita conocerlo.
¿CUAL ES EL PROBLEMA? LA INTEGRACION DE
LA CABEZA Y
EL HOY
La tercera tarea es ayudar al oyente a luchar con sus
objeciones naturales al texto. Mas bien imaginese al oyente moviendose incomodo
en su asiento y diciendo: “si, ya entiendo lo que esta diciendo, pero no estoy
seguro de si puedo aceptarlo”. ¿Cuál es el problema? Tiene que entrar en el
area de las suposiciones y objeciones bien enraizadas del oyente.
¿CUAL ES LA DIFERENCIA ? LA INTEGRACION DEL
HOY Y EL CORAZON
¿Ahora que? ¿Cómo cambiara el mundo a causa de que hemos
estado escuchando a Dios en esta mañana? Nunca debieramos imaginarnos que
nuestra predicación quede simplemente en un asunto de educación o
entretenimiento. Deseamos ver que suceden nuevas cosas por la gracia de Dios y
para su gloria.
SOLO HUMANO
Hacia una antropología
de la predicacion
INMANENCIA
Que Dios optara le predicación como un medio como un medio
mediante el cual transmitir su voluntad a humanos rebeldes y caprichosos parece
insensato cuando habia muchas otras posibilidades. Todo aquel que invoque el nombre del Señor
sera salvo, pero ¿Cómo pueden las personas invocar si no han creido en el?...
¿Cómo va a hacer quien les hable del Señor si no tenemos predicadores?
La predicación es lo
que Dios hace: si
la predicación es la transmisión de la verdad divina que es suficiente para los
hombres y las mujeres para que la escuchen de parte de Dios y respondan
fácilmente a ella, entonces la predicación es lo que Dios hace.
Dios habla nuestra
lengua: aunque es
trascendente, y esta por encima de nosotros, el es inmanente, lo que quiere
decir que esta presente con nosotros.
Los humanos ayudamos a
las personas a oir a Dios: los posmodernistas llevan la razon. Los humanos no tenemos ningun
derecho a jugar a ser Dios. Eso es correcto, porque nosotros no lo intentamos.
Dios habla en nuestra lengua. El Dios trascendente de hace inmanente, por medio
de Cristo Jesús, a traves de las
escrituras inspiradas y por medio del Espiritu Santo. Los humanos solo
ayudamos. Ayudamos a las personas a oir de parte de Dios.
INTEGRIDAD
Que Dios quiera usar a seres humanos deficientes y caidos
para comunicar su palabra no le otorga al predicador ninguna licencia para
continuar con sus tendencias depravadas.
El predicador requiere
gracia: la gracia
no admite excusas, pero a la vez se asegura de perdonar. Que Dios pudiera, por
ejemplo, presentarnos a David como ejemplo de integridad a pesar de actos de
adulterio, asesinato y manipulación, es muy alentador.
Los oyentes requieren
un ejemplo: el
predicador que no solo habla la verdad, sino que vive la verdad predicara con
poder.
REVELACION
El predicador debiera evitar interponerse entre el mensaje
de las escrituras y el oyente. Y al mismo tiempo, los oyentes encuentran
deseable que al predicador se le vea humano.
Nuestra humanidad se
interpone en el camino: la predicación debe exhaltar a Cristo y solo a el. El predicador que
cuenta una experiencia personal corre el riesgo de aparecer demasiado bueno o
demasiado malo.
Pero la humanidad
tambien ayuda: el
predicador que acentua el carácter humano del texto tiene mejores posibilidades
de que al menos lo escuchen. Si el predicador puede ayudar a los oyentes a
“revivir” el texto, puede que esten bien preparados para al menos considerar
sus proposiciones.
Nuestra humanidad es
ineludible: si la Biblia puede expresar esa
absoluta sinceridad humana, ¿Por qué no puede un predicador? Los predicadores
debemos estar dispuestos a dar a conocer nuestra vida con nuestros oyentes.
Debieramos estar dispuestos a expresar nuestra humanidad en la predicación.
Nuestros oyentes nos lo agradecerian.
Los predicadores necesitamos usar el lenguaje humano.
Debemos todo lo que somos y tenemos a la gracia de Dios. No queremos
descalificar nuestro mensaje mediante nuestras acciones. Debemos rechazar el
orgullo y vivir fielmente, si no perfectamente, para que las personas se
sientan animadas a escuchar y responder.
A pesar de nuestras debilidades, Dios es compasivo y lleno
de gracia. El ha prometido que cuando predicamos la palabra esta llevara a cabo
su proposito. La palabra predicada con humildad, veracidad y confianza puede
ser predicada con integridad.