STEVE
SAINT
CAPÍTULO UNO
LO QUE EL HOMBRE
ENCAMINÓ PARA MAL,
DIOS LO ENCAMINÓ PARA
BIEN.
El escenario se ubica En una franja de arena en el río
Ehuenguno (llamado Curacay en los mapas) para esperar un segundo encuentro con
esta tribu, conocida como los “Aucas” o “salvajes desnudos,”
Por meses, en un intento de cumplir un deseo y obligación
que habían aceptado de Cristo siendo jóvenes Jim Elliot, Roger Youderian, Ed
McCully, Pete Fleming Nate, habían
buscado a los escurridizos “Aucas.”
fueron alanceados por los waodanis en 1956.
Lo que los cinco
foráneos estaban intentando hacer para Dios y para los waodanis no tendría
éxito. Pero Dios usaría su fracaso para tener un éxito mayor ¡que nunca podrían
haberlo imaginado!
Lo que los seis guerreros encaminaron para mal, Dios lo
encaminó para bien.
después de que fueran asesinados estos cinco jóvenes
misioneros, Dios abrió puertas para que Elisabeth Elliot y Rachel Saint, vayan a vivir con los waodanis
y ellos oyeron el Evangelio de Jesús y
muchos comenzaron a caminar por los senderos de Dios.
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Comencé a ver lo que ser “receptores” había hecho con un
pueblo orgulloso al que alguna vez conocí como “dadores.” habían crecido cada
vez más dependientes de las medicinas de afuera, mercancías, aeroplanos,
escuelas, comunicaciones radiales y dinero. ¿Cómo es que los esfuerzos de
creyentes han tenido tal efecto diferente al que esperaban? ¿Podría la ayuda
causar daño? Si los métodos actuales de misiones son efectivos, los waodanis
deberían haber sido nuestras estrellas en la historia del éxito.
El modelo podría ser resumido como “Alimenta al mundo con el
pescado espiritual.” Eso es una simplificación excesiva, pero como
generalización no está muy alejada de la realidad. Por otro
lado nuestra comisión es más como “¡Distribuye muestras del pescado espiritual
y luego entrena a aquellos que quieren más pescado! ¡Y enséñales que enseñen a
otros a pescar!” En otras palabras, el
propósito de la misiones es plantar iglesias oriundas que se propaguen,
gobiernen y sustenten por sí solas.
NO ES LA
GRAN OPCION
No podemos abrigar la esperanza de cumplir nuestra Gran
Comisión a menos que reconozcamos nuestra gran omisión. No todos los creyentes
pueden o deberían ser misioneros, pero cada creyente, sin importar su educación
o capacidad económica – o dones naturales o espirituales, tiene un lugar en las
misiones.
no se requerirá de cientos o miles más, sino millones más de
cristianos para cambiar la marea en este nuevo siglo y llevar el mensaje del
Evangelio a los tres mil millones de personas que todavía necesitan escucharlo.
Hay millones de creyentes oriundos en todo el mundo. La
mayoría de ellos necesitarían ser entrenados y equipados.
. Ezequiel 33 sugiere que somos los atalayas a los que se nos ha confiado alertar al pueblo que el enemigo viene. O prestan
atención a nuestra advertencia y son salvos, o ignoran la advertencia y mueren.
El advertir a todo el mundo que el pecado va a matarlos y luego explicarles
cómo conseguir el remedio, es una gran tarea.
LO QUE ES Y NO ES MISIONES
1.
El propósito de las misiones no es evangelizar La comisión para la iglesia es evangelizar el mundo. El propósito de
las misiones es plantar la iglesia donde necesita existir y así pueda
evangelizar el mundo.
2.
Las
misiones son como un andamio usado para levantar un edificio. Es solamente
temporal el prestar apoyo hasta que la estructura pueda pararse por sí sola.
Luego es retirada y llevada a otra locación donde se le necesita.
3.
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Hay muy poquísimos misioneros para evangelizar el mundo. Hay
muy pocos misioneros para incluso plantar iglesias entre cada uno de los miles
de grupos de personas que no tienen ningún testigo. Pero si plantamos la
iglesia tan pronto como podamos, y si les enseñamos a enseñar a otros y cómo
enseñar a otros, entonces podemos alcanzar al mundo para Cristo y cumplir
nuestra comisión.
Qué hermosa
demostración en la que gente de diferentes “mundos” unidos en Cristo pueden
trabajar juntos para hacer que el ofrecimiento de perdón de Cristo sea conocido
por las personas en todas partes.
CAPÍTULO DOS
¿ES ÉSTA UNA MISIÓN
IMPOSIBLE?
Nuestro trabajo es muy
grande como para acabarlo…
¡Haciéndolo a nuestra
manera!
LOS NÚMEROS DETRÁS DEL
MARKETING
¿Cuán grande es el mercado para lo que Dios ofrece?
Realmente, ¿cuán grande todavía puede ser el mercado para el ofrecimiento de
Dios después de todo el tiempo y esfuerzo que hemos invertido en publicarlo por
los últimos dos mil años?
hay un gran mundo allá afuera. Aproximadamente hay seis mil
millones de personas hoy en día. La figura es tan grande que el número que
actualmente representa es difícil de imaginar.
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De los seis mil millones de personas de hoy en día,
aproximadamente uno de cada diez dice ser cristiano. Es difícil señalar los
números específicos, pero como están las cosas, sólo aproximadamente la mitad
del resto de la población del mundo tiene una oportunidad real de oír el
ofrecimiento de Dios.
Si un grupo de personas quiere alcanzar yendo más allá de
los caminos, usualmente tendrán que ir más allá del alcance de la electricidad,
el transporte comercial y los medios de comunicación. Aproximadamente hay
ochocientos millones de personas como nosotros que también no han tenido acceso
al Evangelio. Ellos son generalmente las
personas más difíciles para llevarles el mensaje de Cristo porque usualmente
están ocultos detrás de la barrera geográfica y del idioma.
Cuando Jesús estaba en la obra y las multitudes le seguían,
les dijo a Sus discípulos, “La mies es mucha, pero los obreros pocos. Por
tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies” (Mateo 9:37-38).
En ese momento Jesús estaba entrenando a Sus doce discípulos y estaba
designando otros setenta a quienes envió de dos en dos (Lucas 10:1).
Dios, mi Padre, me envió (Juan 20:21) para
representar Sus intereses en la tierra y me dio Su autoridad en el cielo y en
la tierra para hacer el trabajo (Mateo 28:18). Con Su autoridad yo los estoy enviando (Lucas 10:3) como mis representantes. Cada grupo de
personas debería oír eso para que entiendan completamente del arrepentimiento
para el perdón de los pecados (Lucas 24:47). Así que vayan al mundo entero y enseñen a todos en todo lugar.
¡Aquellos que crean y sean bautizados serán salvos! Asegúrense de explicar
cuidadosamente que cualquiera que no crea va a ser condenado (Marcos
16:16). Luego entrenen a aquellos que
hayan decidido seguirme – hombres, mujeres, chicas y chicos de todo el mundo. Enséñenles cómo hacerlo por ellos
mismos (Mateo 28:20).
SOLUCION A LOS NUMEROS
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El alcanzar nuestro mundo con el Evangelio de Jesucristo
puede llevarse a cabo, pero se requerirá un cambio en nuestro pensamiento para
lograrlo. Volver atrás a la estrategia que Cristo propuso hace posible que los
Mincayes del mundo también estén involucrados. ¡Verdaderamente es posible!
Quizá todos necesitemos apuntar un poco más alto y soñar un poco más en grande.
CAPÍTULO TRES
EL ENGAÑO DE LA DEPENDENCIA
LAS BUENAS INTENCIONES
PUEDEN MINAR LA IGLESIA
QUE SOMOS ENVIADOS A PLANTAR
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EL CICLO DE LA DEPENDENCIA
El propósito de las
misiones es plantar iglesias locales que se propaguen, gobiernen y sustenten
por sí solas. Lo
que sucede con regularidad es que en lugar de plantar iglesias locales,
terminamos transplantando nuestra propia iglesia a un nuevo escenario donde no
encaja. Como la sustentamos, sentimos que debemos gobernarla para proteger
nuestra inversión. Cuando gente de ese país ve una iglesia que fundamos y
controlamos, llegan a la conclusión que es nuestra iglesia. Si ellos trabajan
para traer gente a nuestra iglesia, esperan recibir dinero por ello. Fingimos
tener una iglesia para ellos y ellos fingen apreciar lo que hemos hecho.
Frecuentemente el resultado verdadero es el resentimiento a los misioneros y al
Evangelio.
El paralelo incluso va más lejos. Los
nacionales perceptivos son ávidos en pensar que la dependencia competitiva es
preferible a la dependencia impotente, así que frecuentemente invitan a otros
misioneros a trabajar en su área. Ahora pueden hacer jugar a una misión en
contra de la otra, así como sus gobiernos hacer que las organizaciones de ayuda
extranjeras jueguen la una contra la
otra. Y todo muy a menudo funciona.
La dependencia no es solo una de las barreras más frecuentes
del diablo para detener el esparcimiento del mensaje de Cristo del perdón, sino
que es una de las de más larga duración. Una vez establecida es extremadamente
difícil romperla.
Cuando, en nombre de
la comisión de Cristo, hacemos por los creyentes locales lo que ellos pueden y
deberían hacer por sí solos, socavamos la misma iglesia que Dios nos mandó
plantar. Es
entendible que cometamos errores, pero no tiene excusa que el error de crear
dependencia se haya convertido en la regla y no en la excepción.
La iglesia de Cristo es un organismo que está constituida de
creyentes que trabajan juntos bajo una estructura y autoridad instituida por
Dios para llevar a cabo ciertas funciones que los individuos no pueden lograr
por sí solos. Esa es la razón por la que Dios da diferentes dones espirituales a los
individuos cristianos (Romanos 12 y 1 Corintios 12). Él quiere que trabajemos
juntos. su función es “capacitar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”
La dependencia no sólo daña a la gente que se convierte en
dependiente, sino que pone una gran carga sobre la gente de la cual dependen. La dependencia debilita tanto al que recibe
como al que envía. Otra característica maliciosa de dependencia es que se
desarrolla mucho más fácil y más rápido de lo que se puede curar.
el mejor remedio para la dependencia es la prevención. Es
mucho más fácil darle algo a alguien que enseñarles a hacerlo, así como es más
fácil darle pescado a la gente en lugar de enseñarle a pescar. Si le da un
pescado a un hombre, lo ha alimentado por un día y probablemente creó los
principios de dependencia. Si lo alimenta por muchos días y luego deja de
hacerlo, él se molestará por ello. Pero si le enseña a pescar, lo ha alimentado
toda una vida y le ha dado la capacidad de alimentar a otros.
CAPÍTULO CUATRO
¡ELLOS SÍ TIENEN LO
QUE SE REQUIERE!
¡SALDOS BANCARIOS Y
TÍTULOS COLGADOS EN UNA PARED NO SON LAS CALIFICACIONES PRIMARIAS PARA SERVIR A
DIOS!
NUNCA SUBESTIME LA CAPACIDAD DE OTRA
PERSONA
Cuando Anás y los otros cabecillas políticos y religiosos
llamaron a Pedro y Juan para ponerlos en su sitio, ellos sabían que Pedro y
Juan “eran sin letras y sin preparación” (Hechos 4:13). Ellos también habían
asumido erróneamente que sin letras era lo mismo que ignorantes.
Luego se dieron cuenta que las calificaciones que tenían
estos hombres simples con respecto a la predicación efectiva, valentía ante las
autoridades terrenales y la capacidad de orar para que la gente se sane, no
venía de una experiencia en clase y no dependía de un título que podía estar
colgado en una pared. Pedro y Juan fueron vistos como que tenían lo que se
requiere porque “habían estado con Jesús” (Hechos 4:13). Y no estarían
intimidados para guardar silencio. Ellos les dijeron a los líderes religiosos,
“Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes
que a Dios; porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y
oído” (Hechos 4:19-20).
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¿QUÉ PODEMOS
HACER?
Pablo dijo, “digo a cada uno de vosotros que no piense más
alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la
medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. Pues así como en un cuerpo
tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente
miembros los unos de los otros” (Romanos 12:3-5).
Dios ha comisionado a cada uno de Sus seguidores, y a través
del Espíritu Santo todos tenemos lo que
se requiere. Pero sólo podemos hacer la obra si trabajamos unidos como un
cuerpo – poniendo lo que tenemos que ofrecer en una olla bajo el liderazgo
unido de Jesucristo.
CAPÍTULO CINCO
TECNOLOGÍA – DEL
PREJUICIO A LA ASOCIACIÓN
¡SE NECESITAN NUEVAS
HERRAMIENTAS PARA ALUMBRAR NUEVOS SENDEROS EN NUEVOS LUGARES!
Como misioneros, nuestro propósito no es cambiar la cultura
de uno, sino ofrecer a las personas una oportunidad de adoptar una nueva vida
con nuevos valores y actitudes..
¿QUÉ HACE QUE LA TECNOLOGÍA SEA
APROPIADA?
Al ver a Mincaye creer que podía volar un helicóptero porque
alguien que se parecía a él podía hacerlo
me ayudó a darme cuenta cuán importante es que las personas locales estén
convencidos que pueden usar las herramientas que pueden ayudarlos a llevar a
cabo su rol en la comisión de Cristo. Pero no es suficiente que ellos crean que puedan usar las herramientas;
tienen que poder usarlas.
La tecnología debe ser apropiada para la gente que la va a
usar. La tecnología usada por las misiones para plantar iglesias locales
debería ser utilizable, sostenible y
accesible para los creyentes locales a fin de que el proceso de crecimiento
de estas iglesias tenga éxito una vez que se vayan los misioneros.
Nosotros podríamos ser la nación más rica y los cristianos
más ricos sobre la tierra, pero esa no es una buena razón para darle algo a
alguien. Brevemente, aquí hay varias razones:
- No hay Valor: Es mucho más difícil apreciar el valor de algo que no nos cuesta nada.
Como consecuencia, no
dura mucho.
- Devaluación Personal: Si a la gente siempre se le da cosas, ellos comienzan a esperar cosas, y de ese modo niegan los sueños o aspiraciones personales de escalar desde su condición actual. El estar siempre en el lado de recibir anima a los creyentes locales a verse a sí mismos como incompetentes, incapaces de aprender aunque tuviesen deseos de hacerlo.
- El Deseo se convierte en Necesidad: El darle algo a alguien puede dar como resultado que todos los demás quieran algo también. Similar, pero más importante, es la posibilidad que si el primer regalo prueba ser efectivo, repentinamente habrá una legítima necesidad de muchos más. Y si no puede dar la misma herramienta a todos, es mejor no darlo a nadie. Ayude a que sea accesible y todos puedan comprarse el suyo propio.
.
|
El mensaje del amor de
Dios se propagará más rápido si hacemos Su voluntad a Su manera. Esto requiere dar a los necesitados
espiritualmente el pescado espiritual, enseñándoles a pescar para que puedan
alimentar a otros y luego enseñándoles que enseñen a otros a hacer lo mismo
(Mateo 28:18-20). Este es el ciclo de multiplicación en funcionamiento. La Gran Comisión es una
carrera de postas. Si olvidamos decirles a los creyentes en países en vías de
desarrollo que son una parte vital de la carrera, terminaremos teniendo que
correr su parte así como la nuestra. Sería inteligente de nosotros que
gastáramos más tiempo y recursos entrenando y preparando a nuestros socios
locales de la carrera en lugar de hacer lo que actualmente hacemos. Esto
significaría un poco de menos tiempo para nuestra propia carrera, y sin duda,
parecerá inconveniente algunas veces. Podría tomar más tiempo del que queremos,
pero es la única forma de ganar la carrera.
CAPÍTULO SEIS
¿PUEDE GENTE DE LA EDAD DE PIEDRA USAR
TECNOLOGÍA DE LA EDAD
ESPACIAL ?
¡NO TIENEN QUE SABER
LEER Y ESCRIBIR PARA VOLAR AVIONES Y ARREGLAR DIENTES!
en las misiones hay herramientas que son usadas a menudo de
las cuales no nos damos cuenta de su importancia: autos, aviones, computadoras,
teléfonos, radio transmisor-receptor, prensa, generadores eléctricos, talleres
de mantenimiento, la Internet ,
estaciones radiales, lápices, papel, archivadores, calculadoras y
fotocopiadoras, y la lista podría ser más larga. Lo irónico es que la mayoría
de los creyentes locales que no tienen estas herramientas tampoco se dan cuenta
de su importancia. Piensan que no son capaces de usar tales herramientas, que
no son capaces de mantenerlas y que no son capaces de darse el lujo de
tenerlas. La razón por la que creen esto es que usualmente la gente que usa
estas herramientas cree que las personas tribales no pueden usar las
herramientas.
La tecnología en el
reino de Dios no es un fin en sí. Es un medio para llevar el ofrecimiento de salvación de
Cristo a todos en todas partes. Es un ofrecimiento por el cual ya ha pagado. Es
una tragedia para aquellos que no saben que puede ser suyo tan sólo con
pedirlo. Casi mil millones de personas necesitan saber que la vida va más allá
del final del camino. Las mejores personas que pueden alcanzarlos ya están
allí. Las herramientas y el entrenamiento apropiado generalmente no lo son.
Pero lo pueden ser si trabajamos juntos para diseñarlos, producirlos y ¡luego
entrenar a gente para que los use!
CAPÍTULO SIETE
MÁS DE LO QUE SABE
SOBRE LOS ASUNTOS FINANCIEROS
¡MUCHO DINERO PUEDE
CAUSAR MÁS DAÑO QUE EL TENER MUY POCO!
Con respecto al dinero he llegado a la conclusión que es muy
parecido a la medicina.
En realidad la medicina es veneno a menos que sea tomada en
las dosis correctas en intervalos precisos en un período de tiempo específico.
De hecho, tener mucho dinero es más a menudo la causa de
fracaso en la misión que el tener muy poco. Estos son dos escenarios diferentes
que vienen de un deseo genuino de ayudar a los necesitados; uno es real y el
otro hipotético.
LAS TRES ÁREAS VITALES
Hay tres áreas primarias que un
nuevo cuerpo de creyentes tiene que desarrollar antes que puedan ser destetados
de la leche de “sustento” provista por los foráneos. Al punto del destete ellos
deberían ser capaces de
- Llevar a otros a Cristo (propagándose por sí solos).
- Organizar y controlar sus propios asuntos (gobernándose por sí solos).
- Sustentar su propio ministerio (sustentándose por sí solos).
De estos tres retos, llegar a sustentarse por sí solos
usualmente es el obstáculo más grande a vencer para la mayoría de las
congregaciones de nuevos creyentes en países en vías de desarrollo.
|
Tres formas
de romper la dependencia financiera:
1. Diseñe y
produzca equipo que sea práctico y asequible.
2. Limite
lo que le damos a nuestros hermanos y hermanas locales a solamente lo que
realmente necesitan (no lo que nosotros necesitaríamos para hacernos felices si
fuéramos ellos).
3. Viva lo
más parecido a ellos. (Esto podría hacer que sea difícil que permanezcamos
mucho tiempo, lo cual podría ser una buena defensa contra el permanecer
demasiado tiempo).
Job 41:11 dice que “todo lo que está debajo del cielo” le
pertenece a Dios, y Deuteronomio 8:18 dice que Dios “da la capacidad de
producir riquezas.” La sabiduría convencional dice que la forma de avanzar es
levantarse temprano y quedarse hasta tarde, pero Salmos 127:2 sugiere que ese
esfuerzo extra es inútil a menos que Dios se encuentre involucrado. En 1
Corintios 4:1-2 somos identificados como administradores de Dios; nos ha
confiado sus ministerios y los recursos para llevar a cabo Su comisión para
decirle a todos en todas partes que el pecado los está matando y que tiene un
antídoto gratis y disponible para ellos.
Sólo somos administradores que seremos contados por
responsables por cómo lo usamos para hacer lo que Dios nos ha pedido hacer.
Después de mucha experiencia, estamos comenzando a darnos cuenta que nuestros
esfuerzos por construir iglesias cristianas locales en el extranjero
frecuentemente son un tiro por la culata. Terminamos construyendo nuestra propia
iglesia en países extranjeros y luego somos adheridos sustentándola por
siempre.
Podríamos gastar los
recursos que Dios nos ha dado para enseñar a los creyentes locales a cómo
propagarse, gobernarse y sustentarse por sí solos. Después de todo, realmente
no nos necesitan. Pero realmente nunca nos necesitaron en primer lugar;
necesitaron a Cristo.
CAPÍTULO OCHO
¿ESTAMOS EN EL CAMINO
CORRECTO?
¡TENEMOS QUE HACER LA VOLUNTAD DE DIOS, A LA MANERA DE DIOS!
¿TENEMOS EL MÉTODO
CORRECTO?
Él nos ha dado varios dones, los cuales son todos necesarios
en Su servicio e intenta que trabajemos unidos. Para hacer eso tenemos que
tener una estrategia en la que estemos de acuerdo. Necesitamos estar yendo por
el mismo camino que necesita estar en la dirección correcta. Dios no sólo nos
ha dicho qué hacer en el área de misiones, sino también cómo hacerlo. Nos ha
dado la dirección suficiente para estar seguros que tomemos el camino correcto.
Desafortunadamente se ha convertido políticamente incorrecto en nuestra cultura
cristiana el discutir sobre métodos de misión fallidos porque podrían
reflejarse negativamente en lo que otra organización o misionero está haciendo.
Entonces somos siervos y administradores, ¿pero cuál es el
plan de Dios para las misiones? ¿Cómo encontramos el método correcto? ¿Dónde
comienza?
|
Todos los creyentes son un cuerpo con una cabeza,
Jesucristo. No deberíamos dividirnos por “clubes” individuales a los que
pertenecemos dentro de un cuerpo. Tampoco deberíamos dividirnos por la raza o
la cultura, sino permitamos que cada miembro de la familia trabaje donde pueda
ser más eficaz. Eso significa que cuando sea posible, los creyentes deberían
trabajar dentro de su propia cultura. La excepción a esta regla es la necesidad
que el mensaje y la iglesia necesiten ser plantadas en cada grupo de personas
donde todavía no existe. Eso requiere que misioneros de otro lugar vayan y
requiere que muchos más los entrenen, equipen y envíen.
El propósito de las
misiones no es evangelizar el mundo. Ese es el propósito de toda la iglesia
cristiana. El propósito de las misiones es plantar la iglesia donde no existe
para que entonces pueda evangelizar su propio mundo.
CAPÍTULO NUEVE
TAN IGUAL COMO LAS MISIONES.
LOS MÉTODOS DE MISIONES –
¡ÉSTA NO ES LA FORMA
EN QUE SIEMPRE SE HA HECHO!
METODO MISIONERO DE
PABLO
Pablo dejó a los nuevos creyentes para que se paren por sí
solos cuando supo que estaban listos, no cuando él o ellos sintieron que
estaban listos. El objetivo de las misiones es plantar una iglesia local que se
propague, gobierne y sustente por sí sola. Lo más importante que podemos hacer
espiritualmente es ayudar con la parte que más se carece. Si necesitan
trabajos, comience un negocio para ellos; no les construya una iglesia o un
seminario.
Buen método de misiones:
Conozca-Vaya-Muestre-Váyase
Conozca a Dios.
Vaya donde no es conocido.
Muéstreles cómo seguir a Dios.
Váyase – salga para comenzar el proceso
otra vez en otro lugar.
Las
misiones son el andamio que ayuda a construir la iglesia local. Son temporales
y nunca deberían recibir cemento en algún lugar.
Cuando todo está dicho y hecho, las iglesias que plantan las
misiones deberían ser capaces de crecer,
prosperar y multiplicarse por sí solas. Cuando se emplean los métodos
correctos de plantación, ocurre y puede ocurrir muy rápidamente. A lo largo de
ese camino, aquí presentamos unas cuantas formas simples de recordar la misma
estrategia misionera que Pablo implementó:
·
Déle
a la gente un pescado espiritual, enséñeles a pescar, y enséñeles a que enseñen
a otros a pescar.
·
La
multiplicación, no la adición, es el único camino por el cual podemos cumplir
nuestra comisión.
·
Las
misiones son el andamio que ayuda a construir la iglesia local. Es temporal y
nunca debería recibir cemento en algún lugar.
·
Conozca-Vaya-Muestre-Váyase:
Conozca a Dios, Vaya donde no es conocido, Muéstreles
cómo seguir a Dios y luego váyase –
salga para comenzar el proceso otra vez en otro lugar.
·
No
haga nada por creyentes en otro grupo de personas que ellos pueden y deberían
hacer por sí mismos. Es muy caro, hay muchos otros lugares que desesperadamente
necesitan ayuda, y además hace que la iglesia local sea dependiente – lo cual
es frecuentemente fatal.
·
La Gran Comisión no es un deporte de espectáculo.
Ningún creyente debería estar sentado en las graderías observando.
·
El
objetivo de las misiones es plantar una iglesia local que se propague, gobierne
y sustente por sí sola. Lo más importante que podemos hacer espiritualmente es
ayudar con la parte que más se carece. Si necesitan trabajos, comience un negocio
para ellos; no les construya una iglesia o un seminario.
·
La Gran Comisión es como una carrera de postas. Las misiones corren la primera vuelta. Los creyentes
locales deberían tomar la posta desde allí, pasándola a otros que vendrán
después de ellos.
·
Los creyentes locales no necesitan
ser como nosotros. Ellos necesitan ser como Jesús, y el Espíritu Santo les
ayuda a hacerlo.
CAPÍTULO DIEZ
CONVIRTIÉNDOSE EN UN
HÉROE DE LA FE
NO SE NECESITAN
SUPERESTRELLAS; ¡DIOS USA HOMBRES Y MUJERES COMUNES CON UN COMPROMISO NO COMÚN!
.
|
· Ame a Jesús con todo
su corazón.
· Confíe en Él
completamente.
· Aprenda a perseverar.
Si quiere ser un héroe de la fe, es vitalmente importante
que recuerde esto: Convertirse en héroe no depende de quién es: Depende de lo
que deje que Dios haga con usted (su misión), del por qué lo hace (su motivo) y
de para quién lo hace (su amo). ¡Puede
ser un héroe de la fe!