miércoles, 10 de abril de 2013

TEOLOGÍA BÁSICA, Charles Ryrie


TEOLOGÍA BÁSICA
CHARLES RYRIE

¿QUIEN DEBE LEER LA TEOLOGÍA?
LA TEOLOGÍA ES PARA TODOS. La teología significa simplemente pensar acerca de Dios y expresar esos pensamientos en alguna manera. en este sentido básico toda persona es un teólogo.

Aun el ateo tiene una teología. El piensa acerca de Dios, rechaza Su existencia, y algunas veces lo expresa como credo y siempre con su estilo de vida. El seguidor de una religión no cristiana ha substituido al Dios verdadero por su deidad falsa y exhibe esa teología en varias maneras.

Siendo esto así, hay más razón aun para que usted estudie la teología, porque todo el tiempo y la energía que dedique a pensar en el Dios verdadero no sólo ensanchará su mente sino que afectará también su vida.

Algunas veces parece que escapamos de la responsabilidad presente para con Dios, pero nadie escapará la responsabilidad futura, porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. La teología del juicio nos fuerza a pensar en una faceta de Dios que debe de expresarse en una perspectiva sobria en la vida ahora.

La frase “sana doctrina” que Pablo usa significa doctrina saludable (2 Timoteo 4:3; Tito 1:9). La doctrina saludable, o la teología saludable, siempre se espera que resulte en una forma santa de vivir. Cuando Pablo oraba por las iglesias, oraba porque crecieran en conocimiento, porque él sabía que esto produciría santidad en el vivir (Filipenses 1:9–11; Colosenses 1:9–10). La teología saludable se expresa no sólo en un credo sino en un vivir fructífero, y una vida santa tiene que basarse en una teología saludable.

Cómo la teología haya de afectar mi vida o la suya es nuestra responsabilidad personal e individual. Pero el conformar nuestras vidas a la imagen de Cristo es la meta definitiva al estudiar la teología.

EL CONCEPTO DE LA TEOLOGÍA
La palabra “teología”, de theos que significa Dios y logos que significa expresión racional, denota la interpretación racional de la fe religiosa. De modo que la teología cristiana significa la interpretación racional de la fe cristiana.

Se incluyen por lo menos tres elementos en ese concepto general de la teología:
1.     La teología es inteligible. Se puede comprender con la mente humana en una manera ordenada y racional.
2.     La teología requiere explicación. Esto, a su vez, abarca la exégesis y la sistematización.
3.     La fe cristiana tiene su fuente en la Biblia, de modo que la teología cristiana deberá ser un estudio basado en la Biblia.

Es, pues, la teología el descubrimiento, la sistematización, y la presentación de las verdades de Dios.

LA VARIEDAD DE TEOLOGÍAS

A.    Teología Histórica.-
La teología histórica se ocupa de lo que aquellos que estudiaron la Biblia pensaron tocante sus enseñanzas. Muestra cómo la iglesia ha formulado tanto la verdad como el error, y sirve para guiar al teólogo en su propio entendimiento y declaración de la doctrina.

B.    Teología Bíblica.-
Trata sistemáticamente con el progreso históricamente condicionado de la autorrevelación de Dios en la Biblia.
1.     Los resultados del estudio de la teología bíblica tienen que presentarse en forma sistemática.
2.     La teología bíblica presta atención al contexto histórico en el cual llegó la revelación de Dios. Investiga las vidas de los escritores de la Biblia, las circunstancias que los impulsaron a escribir, y la situación histórica de aquellos para quienes escribieron.
3.     La teología bíblica estudia la revelación en la secuencia progresiva en la cual fue dada. La Biblia es un registro del progreso de esa revelación, y la teología bíblica se centra en eso.
4.     La teología bíblica halla su fuente de materiales en la Biblia. Esto no es decir que las teologías bíblicas o sistemáticas no pudieran tomar o que no tomen material de otras fuentes, sino que la teología o la doctrina misma no viene de ningún otro lugar sino de la Biblia.

C.    Teología Sistemática.-
La teología sistemática correlaciona los datos de la revelación bíblica como un todo para poder exhibir sistemáticamente el cuadro total de la autorrevelación de Dios.

La teología sistemática puede incluir los transfondos históricos, la apologética y defensa de la fe, y trabajo exegético, pero se centra en la estructura total de la doctrina bíblica.

En resumen: La teología es el descubrimiento, la sistematización, y la presentación de las verdades acerca de Dios. La teología histórica realiza esto por tomar en cuenta lo que otros han dicho sobre estas verdades a través de la historia. La teología bíblica lo hace por investigar la revelación progresiva de la verdad de Dios. La teología sistemática presenta la estructura total.

viernes, 8 de marzo de 2013

LO ÚNICO QUE NO PODRÁS HACER EN EL CIELO, Mark Cahill



GANAMOS, GANAMOS, GANAMOS
¿Cuáles son las únicas tres cosas que pueden pasar cuando compartimos nuestra fe?
1.       La persona puede recibir a Cristo
2.       Puede rechazar a Jesucristo
3.       Podemos sembrar una semilla
Después de hablar de cada una de las posibilidades, se me ocurre una gráfica similar a esta:
ACEPTACIÓN
SEMILLA PLANTADA
RECHAZO
BUENO
GANAMOS
BUENO
GANAMOS
MALO
PERDIMOS
Determinemos que aceptar a Jesús es una buena situación, plantar la semilla es una buena situación y rechazar el evangelio es una mala situación.
Otra forma de verlo es que aceptar a Cristo es una situación en la que ganamos, plantar la semilla es otra situación en que ganamos y el rechazo es la situación en que perdemos.
Concluimos entonces, que el sesenta y seis por ciento de las veces que compartimos nuestra fe es una situación de ganancia. ¿Son buenas probabilidades? Dos-tercios de las veces que compartimos nuestra fe, literalmente, ¡no perdemos!
El mayor temor que la gente dice tener acerca de predicar el evangelio es el temor a ser rechazado.
Nunca imaginé que estos versículos cambiarían el resto de mi vida. Estaba sentado en el muelle junto al lago cuando Dios habló a mi corazón en una forma que nunca antes lo había hecho. Leía 1 Pedro 4:14, que dice:
Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado”.
Piénsalo por un momento. Si en algún momento nos rechazan en el nombre de Jesús, seremos bendecidos y la gloria de Dios descansará sobre nosotros. Si pudieras tener la gloria de Dios resplandeciendo sobre ti y reflejarla a otros, ¿no te gustaría hacerlo? ¡Todos querríamos que eso fuera posible! Una de las formas en que eso puede suceder es cuando nos rechazan en el nombre de Jesús.
Dios no había terminado de hablarme todavía. Lucas 6:22-23 dice:
“Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón  es grande en los cielos, porque así hacían sus padres con los profetas”.
¿Te das cuenta que cuando te rechazan, Dios tiene recompensas aguardándote en el cielo que van a hacer que cualquier recompensa que puedas recibir en la tierra parezca poca cosa? Eso es verdaderamente asombroso.
Unos jóvenes universitarios, decidieron salir a evangelizar. Después de no obtener respuesta en ocho casas, se empezaron a desanimar y consideraron abandonar e intentarlo otro día, pero recordaron cuál era su recompensa en el cielo y siguieron. A la puerta de la novena casa se encontraron con un hombre sentado en su silla mecedora con una cerveza en la mano. Cuando empezaron a conversar con él, rápidamente les explicó que estaban desperdiciando su tiempo. Ante la pregunta de por qué hablaba de esa forma, él respondió: “Porque no hay forma de que Dios pueda perdonarme todos mis pecados”.
Les explicó que mientras estaba en Vietnam su misión era entrar a pueblos y aldeas de forma repentina y matar indiscriminadamente a mujeres y niños.
Los jóvenes comenzaron a mostrarle el amor de Dios. Le hablaron del pecado y de la sangre purificadora de Jesús. Cuarenta y cinco minutos más tarde el hombre dijo: “Realmente necesito a este Jesús del que están hablando”.
Después de la oración el hombre les dijo: “!Tengo ganas de leer mi Biblia! ¡Me siento como que quiero ir a la Iglesia! Es lo que quiero hacer”.
¡Qué maravillosa historia! Pero ¿Qué habría pasado si estos jóvenes hubieran abandonado la misión como pensaban hacerlo minutos antes? ¿Qué habría pasado si les hubiera importado más el rechazo que experimentaron que las recompensas del cielo?
Había dicho algo que no era cierto. Había dicho que tenemos una probabilidad de ganar dl sesenta y seis por ciento cuando compartimos nuestra fe. Ahora conocemos estos versículos y veamos cómo cambia nuestra gráfica:
ACEPTACIÓN
SEMILLA PLANTADA
RECHAZO
BUENO
GANAMOS
BUENO
GANAMOS
BUENO
GANAMOS

En la Palabra de Dios aprendimos que cada vez que compartimos nuestra fe estamos en una situación en la que ganamos. No tengo que preocuparme porque el diablo me quiera convencer de no testificar porque la Palabra de Dios dice que no puedo perder haciéndolo. ¡Ganamos cada vez que lo hacemos!

lunes, 18 de febrero de 2013

JESÚS ENTE OTROS DIOSES, Ravi Zacharías


¿NOSOTROS ‘DIOSES’?
El hinduismo en su corazón nos enseña que debemos buscar la unión con el divino. ¿Por qué? Porque el universo afirma que el todo del universo es divino y que somos parte o parcela de él. En el hinduismo, la meta del individuo es creer más allá de nuestra ignorancia y engaños al descubrir nuestra divinidad y vivirla.

El popular autor hindú Deepak Chopra describe acerca de nuestro propósito en la vida: “En realidad, somos divinidad disfrazada, y dioses y diosas en embrión que están contenidos en nosotros buscan ser totalmente materializados. el verdadero éxito es, entonces, la experiencia de lo milagroso. Es el completamiento de la divinidad en nosotros”. Chopra también dice: “debemos encontrar nosotros mismos que dentro de nosotros hay un dios o diosa en embrión que desea nacer para que podamos expresar nuestra divinidad”.

Cuando leo estas citas no puedo resistir hacer algunas preguntas. ¿Quién es el nosotros? ¿Quién es el dios? ¿Quién es el yo? ¿Son estos diferentes entes que viven juntos en nosotros? Hay un dios que me necesita (¿pero cuál yo?) para traerle (¿Cuál es si es en realidad yo?) a nacer, para que mi yo engañado pueda dejar de estar engañado surja divino como el verdadero yo? ¿Cómo termino dios en forma de embrión dentro de mi mientras yo crecía; para que yo le diera el privilegio de nacer y perder mi humanidad para encontrar mi divinidad?

Hacia el final de su libro, Chopra nos pide que hagamos un compromiso con estas creencias hindúes. Pregúntese si puede honestamente encontrar esto creíble:
Hoy amorosamente nutriré al dios o diosa en embrión que esta profundo en mi alma. Pondré atención al espíritu dentro de mí que anima mi cuerpo y mi alma. Me despertare a mí mismo a esta profunda quietud en mi corazón. Me llevare la conciencia de ser sin tiempo y eterno en medio de la experiencia atada al tiempo.

Este es el corazón del budismo como un sistema de creencias; que usted y yo somos dioses. Uno de los principales filósofos de la India dijo tan claramente como fuera posible: “el hombre es Dios en un estado temporal de olvido propio”.

Pero ¿es esto en realidad? ¿Es esto lo que piensa cuando se mira en el espejo? ¿Es esto lo que unos pocos miles de años de historia humana nos han enseñado, que usted y yo somos solitarios y confundidos dioses que hemos perdido el camino?

Permítame ofrecer tres pensamientos:
1.     La unión con la fuerza impersonal nunca traerá satisfacción a nuestro dolor humano de intimidad: conocer y ser conocido.
2.     El hinduismo no ofrece un camino claro para vivir porque creer que somos uno con una fuerza impersonal define como pensamos, como hablamos, y como experimentamos la vida. Algunos de los más respetados pensadores hindúes han declarado que el hinduismo es uno de los sistemas más contradictorios de los propósitos de la vida que se han denunciado.
3.     El hinduismo no podría sobrevivir el vacío de llamarnos a nosotros mismos dioses. La mayoría de las personas saben que son cualquier cosa menos dioses; y los dioses han irrumpido por millones, y los templos hindúes están llenos de personas que buscan adorarles.

En el cristianismo, obtiene a Jesús. En el hinduismo, usted (un dios olvidadizo) obtiene unión con el universo impersonal divino.

APOLOGÉTICA, Norman Geisler

PREGUNTAS SOBRE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
¿QUÉ ES LA REENCARNACIÓN?
El vocablo  “encarnación”,  básicamente significa “en la carne”. Solemos hablar de encarnación de Cristo cuando nos referimos a que él vino “en carne”. Pues bien, reencarnación significa simplemente que eso sucede una y otra vez: Continuar “volviendo a la carne”- en cuerpos diferentes-, aunque conservando el mismo espíritu.

Reencarnación es la creencia de que el alma pasa a otro cuerpo después de la muerte*

¿CÓMO OPERA LA REENCARNACIÓN?
Pitágoras, Platón y Plotino creyeron que el espíritu o alma era eterno o indestructible. Platón enseñó que el alma inmortal encarna en un cuerpo solamente como castigo por algún pecado, por el que debe sufrir diez veces más; de ahí que el alma sea forzada a ingresar de un mundo ideal a un mundo material. Platón también enseñaba que los hombres pueden reencarnar como animales.
La semejanza entre Platón y la doctrina hindú son impactantes.

El alma se llama jiva y sobrevive a la muerte en forma de un ente mental llamado ‘cuerpo sutil’. Esta entidad entra en un nuevo embrión, trayendo consigo el karma de todas sus vidas pasadas. El karma es, a la vez, las acciones u obras defectuosas con sus inalterables consecuencias asociadas. En cierto sentido significa que uno “cosecha lo que siembra”, pues si uno hace obras buenas, nace en una ‘matriz agradable’; si uno hace mal, el destino es proporcionalmente menos noble y puede que uno hasta se encuentre en una ‘matriz sucia y maloliente’ como la de un animal, vegetal o mineral. La meta es, no obstante, salir de este ciclo.

Ese escape se llama moksha. Una vez cancelada toda deuda kármica, el alma pierde toda identidad y sencillamente se hace una con el Uno; el sí mismo se fusiona con Brahman (fuerza divina impersonal). La variante personal de la reencarnación afirma que el alma es sencillamente liberada para que se desarrolle, ella misma, en plena consagración a Bhagwan (el Dios personal).

De igual manera, los intentos “cristianos” de reencarnación no difieren en sus conceptos básicos. El modelo más sencillo establece que aquellos que aceptan a Cristo van a estar con Dios, mientras que los que rechazan a Cristo son reencarnados hasta que lo reconozcan. De esa manera todos serán salvados en su oportunidad.

¿POR QUÉ CREE LA GENTE EN LA REENCARNACIÓN?

INMORTALIDAD DEL ALMA
La razón principal de Platón para creer en la transmigración de las almas, fue que él consideraba que la parte inmaterial del hombre era increada e indestructible. De la misma forma, las filosofías panteístas presuponen que todo es eterno y divino, de modo que el alma es igualmente incorruptible.

EVIDENCIA SICOLÓGICA DE VIDAS ANTERIORES
Las vidas anteriores que se recuerdan mediante hipnosis y otros estados de conciencia alterados, han servido para que algunos expliquen sentimientos que el paciente no puede expresar ni superar. Aunque son varios los sicólogos e hipnotizadores que trabajan con los recuerdos de la vida pasada, algunos no creen que sean reales los hechos contados por sus pacientes; usan esto porque da resultado. Como dijera un terapeuta: “No importa si es rea o imaginado, si ayuda a que alguien encuentre el sentido de su vida… Si sirve, ¿a quién le importa?”.

LA JUSTICIA DE LA REENCARNACIÓN
La idea de tener más de una oportunidad en la vida parece ser la solución más equitativa por varias razones. Si uno hace algo malo, cumple el castigo; si hace lo bueno, obtiene su galardón. La idea de condenar a alguien a un infinito infierno por una cantidad limitada de pecado parece demasiado dura, pero el karma es justo.
Segundo, sufrir en esta vida puede ser justificado si realmente es resultado del karma que arrastramos de nuestras vidas pasadas.

Tercero, la doctrina del castigo eterno le parece, a mucha gente, totalmente incompatible con el amor de Dios. La reencarnación sugiere una manera en que Dios puede castigar el pecado (mediante la ley del karma), exigir fe en Cristo (durante una vida al menos), y aun salvar a todos en definitiva. Si alguien rechaza a Cristo, recibe una segunda oportunidad, y una tercera y así hasta que crea en él. Esto protege hasta la libertad humana porque Dios no obliga a nadie a que crea, sino que, meramente, le da más tiempo para que ejerza su libertad.

Por último, se argumenta que la reencarnación es justa porque hace de la salvación un asunto personal entre el individuo y Dios. Más que tener que tratar con problemas de culpa imputada por el pecado de Adán, o de ser reconocido justo por la fe, cada uno es responsable de encargarse por su propio karma. Cristo murió como ejemplo para nosotros, no como sustituto nuestro. Así satisface la reencarnación la justicia.

¿QUÉ ES LO MALO DE LA REENCARNACIÓN?

LA REENCARNACIÓN NO SOLUCIONA EL PROBLEMA DEL MAL
La reencarnación, más que resolver el problema del sufrimiento injusto, sencillamente afirma que es justo. ¿Es realmente justo que Dios castigue a los niños por pecados de los adultos, sobre todo si no recuerdan esos pecados? Si el sufrimiento de cada vida dependiera de los pecados de una existencia pasada, entonces ¿cómo empezó todo? ¿Es el mal un principio eterno con Dios? Uno no puede seguir retrocediendo eternamente para resolver el problema del mal.

KARMA NO ES LO MISMO QUE LEY
Uno se lleva la impresión de que el karma es lo mismo que la Ley del Antiguo Testamento: un código moral rígido y universal, como alegan algunos. En ese aspecto, la Ley no fue tan rígida como lo es el karma, ya que fue trascendida por la ley superior del perdón mediante los sacrificios. La comparación, simplemente, no cabe.

Así que, ¿de dónde provienen las normas morales que imponen el karma? ¡Resulta que no hay ninguna!, pues en el panteísmo no hay diferencia definitiva entre el bien y el mal, lo correcto y lo erróneo. El karma no es una ley moral. En cuanto a ésta, todo es relativo.

La conveniencia es el santo y seña de la ética situacional. Si algo da resultado, hágalo. Cualquier acto moral, hasta el crimen y la crueldad, pueden ser justificados por conveniencia. ESTE RELATIVISMO PLANTEA PROBLEMAS REALES A LA REENCARNACIÓN. Constituye una postura imposible d sostener en la ética. En otras palabras, para decir que el relativismo es correcto, uno tiene que suponer que existe algo absoluto, lo cual es imposible. A menos que algo sea bueno absolutamente, nada puede ser real y efectivamente bueno; si nada es bueno (o malo), entonces EL KARMA NO TIENE POR QUÉ CASTIGAR A NADIE.

LA REENCARNACIÓN, EN DEFINITIVA, ES INHUMANA
¿Ha visto alguna vez fotografías de la India? ¿Sabe cómo es la vida allá? Miles d pobres, inválidos, mutilados, vagabundos y desnutridos tapizan las calles sin que nadie parezca siquiera percatarse de que están allí. ¿Por qué ocurre eso? Por la ley del karma. Conforme al hinduismo clásico, si alguien ayudara a las personas aliviando sus sufrimientos, estaría actuando contra el karma. La gente sufre para eliminar su deuda kármica y si uno los ayuda, tendrían que volver a reencarnar y sufrir más para cancelar esa deuda. Además es una crueldad no dejarlos sufrir, lo cual aumentaría los propios problemas kármicos de uno. AYUDAR A LA GENTE EN UNA SOCIEDAD QUE CREE EN LA REENCARNACIÓN ES ALGO SENCILLAMENTE FUERA DE LÓGICA.

LA REENCARNACIÓN NO GARANTIZA PROGRESO ESPIRITUAL
No importa cuántos cuerpos tomen, todos pueden fallar al pagar su deuda kármica, y hasta pueden aumentarla. ¿Cómo asegurarnos de que alguna vez salgamos adelante? Si ahora echamos a perder todo, ¿qué nos hace pensar que lo haremos mejor la próxima vez? En lo tocante a las versiones cristianizadas de la reencarnación que aducen dar al hombre una segunda oportunidad para aceptar a Cristo, no tiene sentido alegar que se necesita más de una vida para efectuar una decisión que se toma una vez en la vida. Si no basta con una sola vida, entonces no hay garantías de que vaya a ser suficiente con muchas reencarnaciones durante cualquier cantidad de tiempo.



‘Apologética’, Norman Geisler