lunes, 18 de febrero de 2013

APOLOGÉTICA, Norman Geisler

PREGUNTAS SOBRE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
¿QUÉ ES LA REENCARNACIÓN?
El vocablo  “encarnación”,  básicamente significa “en la carne”. Solemos hablar de encarnación de Cristo cuando nos referimos a que él vino “en carne”. Pues bien, reencarnación significa simplemente que eso sucede una y otra vez: Continuar “volviendo a la carne”- en cuerpos diferentes-, aunque conservando el mismo espíritu.

Reencarnación es la creencia de que el alma pasa a otro cuerpo después de la muerte*

¿CÓMO OPERA LA REENCARNACIÓN?
Pitágoras, Platón y Plotino creyeron que el espíritu o alma era eterno o indestructible. Platón enseñó que el alma inmortal encarna en un cuerpo solamente como castigo por algún pecado, por el que debe sufrir diez veces más; de ahí que el alma sea forzada a ingresar de un mundo ideal a un mundo material. Platón también enseñaba que los hombres pueden reencarnar como animales.
La semejanza entre Platón y la doctrina hindú son impactantes.

El alma se llama jiva y sobrevive a la muerte en forma de un ente mental llamado ‘cuerpo sutil’. Esta entidad entra en un nuevo embrión, trayendo consigo el karma de todas sus vidas pasadas. El karma es, a la vez, las acciones u obras defectuosas con sus inalterables consecuencias asociadas. En cierto sentido significa que uno “cosecha lo que siembra”, pues si uno hace obras buenas, nace en una ‘matriz agradable’; si uno hace mal, el destino es proporcionalmente menos noble y puede que uno hasta se encuentre en una ‘matriz sucia y maloliente’ como la de un animal, vegetal o mineral. La meta es, no obstante, salir de este ciclo.

Ese escape se llama moksha. Una vez cancelada toda deuda kármica, el alma pierde toda identidad y sencillamente se hace una con el Uno; el sí mismo se fusiona con Brahman (fuerza divina impersonal). La variante personal de la reencarnación afirma que el alma es sencillamente liberada para que se desarrolle, ella misma, en plena consagración a Bhagwan (el Dios personal).

De igual manera, los intentos “cristianos” de reencarnación no difieren en sus conceptos básicos. El modelo más sencillo establece que aquellos que aceptan a Cristo van a estar con Dios, mientras que los que rechazan a Cristo son reencarnados hasta que lo reconozcan. De esa manera todos serán salvados en su oportunidad.

¿POR QUÉ CREE LA GENTE EN LA REENCARNACIÓN?

INMORTALIDAD DEL ALMA
La razón principal de Platón para creer en la transmigración de las almas, fue que él consideraba que la parte inmaterial del hombre era increada e indestructible. De la misma forma, las filosofías panteístas presuponen que todo es eterno y divino, de modo que el alma es igualmente incorruptible.

EVIDENCIA SICOLÓGICA DE VIDAS ANTERIORES
Las vidas anteriores que se recuerdan mediante hipnosis y otros estados de conciencia alterados, han servido para que algunos expliquen sentimientos que el paciente no puede expresar ni superar. Aunque son varios los sicólogos e hipnotizadores que trabajan con los recuerdos de la vida pasada, algunos no creen que sean reales los hechos contados por sus pacientes; usan esto porque da resultado. Como dijera un terapeuta: “No importa si es rea o imaginado, si ayuda a que alguien encuentre el sentido de su vida… Si sirve, ¿a quién le importa?”.

LA JUSTICIA DE LA REENCARNACIÓN
La idea de tener más de una oportunidad en la vida parece ser la solución más equitativa por varias razones. Si uno hace algo malo, cumple el castigo; si hace lo bueno, obtiene su galardón. La idea de condenar a alguien a un infinito infierno por una cantidad limitada de pecado parece demasiado dura, pero el karma es justo.
Segundo, sufrir en esta vida puede ser justificado si realmente es resultado del karma que arrastramos de nuestras vidas pasadas.

Tercero, la doctrina del castigo eterno le parece, a mucha gente, totalmente incompatible con el amor de Dios. La reencarnación sugiere una manera en que Dios puede castigar el pecado (mediante la ley del karma), exigir fe en Cristo (durante una vida al menos), y aun salvar a todos en definitiva. Si alguien rechaza a Cristo, recibe una segunda oportunidad, y una tercera y así hasta que crea en él. Esto protege hasta la libertad humana porque Dios no obliga a nadie a que crea, sino que, meramente, le da más tiempo para que ejerza su libertad.

Por último, se argumenta que la reencarnación es justa porque hace de la salvación un asunto personal entre el individuo y Dios. Más que tener que tratar con problemas de culpa imputada por el pecado de Adán, o de ser reconocido justo por la fe, cada uno es responsable de encargarse por su propio karma. Cristo murió como ejemplo para nosotros, no como sustituto nuestro. Así satisface la reencarnación la justicia.

¿QUÉ ES LO MALO DE LA REENCARNACIÓN?

LA REENCARNACIÓN NO SOLUCIONA EL PROBLEMA DEL MAL
La reencarnación, más que resolver el problema del sufrimiento injusto, sencillamente afirma que es justo. ¿Es realmente justo que Dios castigue a los niños por pecados de los adultos, sobre todo si no recuerdan esos pecados? Si el sufrimiento de cada vida dependiera de los pecados de una existencia pasada, entonces ¿cómo empezó todo? ¿Es el mal un principio eterno con Dios? Uno no puede seguir retrocediendo eternamente para resolver el problema del mal.

KARMA NO ES LO MISMO QUE LEY
Uno se lleva la impresión de que el karma es lo mismo que la Ley del Antiguo Testamento: un código moral rígido y universal, como alegan algunos. En ese aspecto, la Ley no fue tan rígida como lo es el karma, ya que fue trascendida por la ley superior del perdón mediante los sacrificios. La comparación, simplemente, no cabe.

Así que, ¿de dónde provienen las normas morales que imponen el karma? ¡Resulta que no hay ninguna!, pues en el panteísmo no hay diferencia definitiva entre el bien y el mal, lo correcto y lo erróneo. El karma no es una ley moral. En cuanto a ésta, todo es relativo.

La conveniencia es el santo y seña de la ética situacional. Si algo da resultado, hágalo. Cualquier acto moral, hasta el crimen y la crueldad, pueden ser justificados por conveniencia. ESTE RELATIVISMO PLANTEA PROBLEMAS REALES A LA REENCARNACIÓN. Constituye una postura imposible d sostener en la ética. En otras palabras, para decir que el relativismo es correcto, uno tiene que suponer que existe algo absoluto, lo cual es imposible. A menos que algo sea bueno absolutamente, nada puede ser real y efectivamente bueno; si nada es bueno (o malo), entonces EL KARMA NO TIENE POR QUÉ CASTIGAR A NADIE.

LA REENCARNACIÓN, EN DEFINITIVA, ES INHUMANA
¿Ha visto alguna vez fotografías de la India? ¿Sabe cómo es la vida allá? Miles d pobres, inválidos, mutilados, vagabundos y desnutridos tapizan las calles sin que nadie parezca siquiera percatarse de que están allí. ¿Por qué ocurre eso? Por la ley del karma. Conforme al hinduismo clásico, si alguien ayudara a las personas aliviando sus sufrimientos, estaría actuando contra el karma. La gente sufre para eliminar su deuda kármica y si uno los ayuda, tendrían que volver a reencarnar y sufrir más para cancelar esa deuda. Además es una crueldad no dejarlos sufrir, lo cual aumentaría los propios problemas kármicos de uno. AYUDAR A LA GENTE EN UNA SOCIEDAD QUE CREE EN LA REENCARNACIÓN ES ALGO SENCILLAMENTE FUERA DE LÓGICA.

LA REENCARNACIÓN NO GARANTIZA PROGRESO ESPIRITUAL
No importa cuántos cuerpos tomen, todos pueden fallar al pagar su deuda kármica, y hasta pueden aumentarla. ¿Cómo asegurarnos de que alguna vez salgamos adelante? Si ahora echamos a perder todo, ¿qué nos hace pensar que lo haremos mejor la próxima vez? En lo tocante a las versiones cristianizadas de la reencarnación que aducen dar al hombre una segunda oportunidad para aceptar a Cristo, no tiene sentido alegar que se necesita más de una vida para efectuar una decisión que se toma una vez en la vida. Si no basta con una sola vida, entonces no hay garantías de que vaya a ser suficiente con muchas reencarnaciones durante cualquier cantidad de tiempo.



‘Apologética’, Norman Geisler

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