miércoles, 6 de agosto de 2014

LA PEQUEÑA GRAN MUJER EN LA CHINA

LA PEQUEÑA GRAN MUJER EN LA CHINA
Por GLADYS AYLWARD narrada a CHRISTINE HUNTER



Gladys Aylward (1902 –1970) fue una evangélica cristiana de origen británico, que sirvió como misionera en la China, durante más de 20 años.

NIÑA VIEJA
Fue educada en un hogar cristiano y asistía a la iglesia y a la Escuela Dominical, pero a medida que iba creciendo, todo lo que tuviera que ver con religión le interesaba. Se hizo  miembro de la Campaña pro Vida Juvenil, y en una de sus revistas leyó un artículo sobre China que le causó tremenda impresión. Saber que millones de chinos jamás habían escuchado el mensaje de Jesucristo, fue conmovedor y se convenció que debería hacer algo al respecto.

Visitó a sus amigos cristianos y les habló acerca de los chinos, pero ninguno pareció preocuparse mucho por ellos. Entonces trató de persuadir a su hermano quién bruscamente respondió: Ese trabajo es para una niña vieja. ¿Por qué no vas tú?”
A pesar de la cólera ella asintió: ¿Por qué tratar de obligar a otros a ir a China? ¿Por qué no ir yo misma?

EL PRIMER “NO”
Se inscribió en "La Misión a China" una ONG que financiaba a misioneros que iban al país asiático, aunque por su mal rendimiento académico y su dificultad para aprender el idioma, fue expulsada de la institución. No dejándose abatir por la situación, comenzó a trabajar de criada en la casa de un misionero jubilado, el Dr. Fisher y a su esposa. La fe implícita de estos misioneros y su genuina amistad con Dios fue una verdadera revelación para Gladys, aunque ella seguía deseando estar “en los negocios de su Padre.

ABRAHAM Y MOISÉS
Sentía gozo ayudando en la obra, pero ¡China, China! Y ¡siempre China! No podía deshacerse de la idea de que Dios la necesitaba allá. Deprimida y desanimada pensó que en realidad no conocía lo suficiente la Biblia como para comenzar a predicarla. Se propuso estudiarla y conocerla verdaderamente. Al llegar al llamado de Abraham de salir de su tierra y parentela sabía que era Dios hablándole. Y cuando llegó a Moisés y al valor que tuvo para emprender marcha con una turba rebelde y difícil de manejar supo que tendría que estar dispuesta a iniciar la marcha y abandonar la poca comodidad y seguridad que disfrutaba.

RUMBO A CHINA
En 1932, habiendo ahorrado todo el dinero que recibió por sus labores domésticas, partió en tren desde la terminal de Londres hacia China, representando su viaje un gran peligro, ya que ese mismo año explota la guerra entre Rusia y Chinasu viaje continua hasta llegar a Siberia donde el ferrocarril se detuvo por el conflicto viéndose obligada a bajar, divago durante la noche con temperaturas extremadamente bajas hasta que fue interceptada por un soldado soviético y llevada a un cuarto para luego ser presentada a las autoridades comunistas, esa misma noche, conoce a una mujer que logró liberarla a través de un navío de origen japonés llegando a Tokio 3 días después, desde allí hacia su destino, el corazón de China, llegando a Yangcheng, provincia de Shanxi, luego de varias semanas de viaje.

OBRA EN CHINA
A su llegada a Yangcheng, trabajó con la misionera Jeannie Lawson, juntas fundaron una posada que les sirvió como método de evangelismo contando historias bíblicas y alimentando a los viajeros, hasta la muerte de Lawson. Esto significó una gran preocupación ya que ambas subsistían de los fondos que le proporciona una institución que patrocinaba a Lawson.

INSPECTOR DE PIES
Luego de unas semanas el gobierno chino le ofreció un puesto como "Inspector de pies" a raíz de una ley que obligaba la anulación de la tradición de vendar los pies de las niñas, ya que los suyos eran normales. Aylward aclaró que su tarea era predicar el evangelio y aceptaría el puesto solo si podía testificar mientras revisaba los pies de las mujeres, lo cual le fue concedido convencido el mandarín de que el Dios de la Biblia no mandaba “vendar pies”. Se desempeñó con mucho éxito habiéndose ganado la simpatía de las masas y del propio mandarín.

NUEVE PENIQUES
Se convirtió en ciudadana chino en 1936 y recibió el nombre Ài Wěi Dé (una aproximación china a 'Aylward') lo que significa 'Mujer virtuosa’. Adoptó a una niña a la que llamo "Nueve Peniques", la suma que pagó (sin querer) por la niña que fue cedida por una mujer que la llevaba como un paquete. Luego de ese episodio llegaron más niños a la posada de la misionera, aumentando el número a más de un centenar de infantes. En 1938 la remota aldea fue invadida por fuerzas japonesas, representando un gran peligro, por lo que debía conducir a más de 100 huérfanos por las montañas buscando un lugar para refugiarse, atravesó el Lago Amarillo hasta llegar a una aldea que le abrió las puertas, en ese mismo momento cayo desmayada siendo posteriormente hospitalizada y diagnosticada de fiebre tifoidea y un sinfín de otras complicaciones, finalmente sanó. Regresó a Gran Bretaña en 1948, donde, buscó volver a China. Sin embargo, se le negó el reingreso por el gobierno comunista.

LEGADO
Trabajó también en una cárcel, y por la gracia de Dios el avivamiento fue grande. Al negársele el reingreso a China, comenzó a recibir invitaciones para compartir en las iglesias el ministerio allá. Falleció en 1970 a los 68 años.